La endodoncia, denominada también tratamiento de conductos, es el conjunto de técnicas que utilizamos los odontólogos para eliminar, bien sea en parte o en su totalidad, la pulpa del diente y sellar el conducto para que las diferentes sensaciones (exceso de frío, de calor, etc…) no lleguen al nervio.
La pulpa es la parte interior de las piezas dentales, formada por tejidos que contienen los nervios y los conductos sanguíneos. En sus denominaciones, la parte del conducto situada en el interior de la corona se llama cavidad pulpar: es la que está en la parte de la raíz conducto reticular.
Las causas más usuales de la endodoncia y de la consiguiente infección e inflamación que provoca la necrosis de la pulpa son:
Cuando la pulpa está afectada de esta forma, el diente será sensible al frío, calor o simplemente al acto de masticar. En cuanto al dolor, puede manifestarse de forma intermitente o continuada. También puede suceder que la pieza dental cambie su color, incluso que aparezca un flemón o una fístula.
En la fase previa es necesario que el odontólogo haya evaluado el historial clínico completo del paciente y realizado una evaluación subjetiva del dolor en cuanto a la intensidad, al área de aplicación de la endodoncia, el tiempo de desarrollo de la intervención, etc.
Una segunda fase sería un análisis dental mediante las denominadas pruebas de vitalidad pulpar, consistentes en averiguar la respuesta que el paciente ofrece a los diferentes estímulos (tanto de frío como de calor) así como la sensibilidad frente a pequeños toques de percusión. También es muy positivo que este diagnóstico se complete con pruebas radiográficas que valoren la estructura dental de la zona a intervenir.
En la realización de una endodoncia es preciso aplicar anestesia en la zona donde se va a proceder. La intervención comenzará con la realización de un agujero en la corona del diente, con el fin de tener acceso a la pulpa, extraerla y limpiar el conducto. Se elimina el tejido infectado por caries o por otra causa y se accede al nervio o nervios, pues algunas piezas dentales tienen más de uno. También se trata de buscar la longitud de la raíz y de conseguir una forma de cono en el conducto, lo que facilitará su rellenado posterior.
El siguiente paso será realizar la obturación y el sellado de dicho conducto -y también de la corona- utilizando materiales especiales. El resultado final de la intervención será la total insensibilización del diente, el cual resultará de esta forma aislado respecto de la sensibilidad del resto del cuerpo.
El especialista odontólogo valorará si a lo largo del tratamiento el paciente debe tomar antibióticos, bien sea de forma previa a la intervención o posteriormente.
Los precios de esta intervención estarán en función de la complejidad de la zona a tratar. A modo de ejemplo, obturar un conducto donde se aloja un nervio dental, será una intervención más sencilla que en el supuesto de que la pieza dental tenga tres o más conductos.
También el precio de la endodoncia dependerá de la tecnología que se emplee durante la intervención. Las innovaciones tecnológicas, como es el caso de la microscopia odontológica, acortan los tiempos de trabajo.
En la gran mayoría de las ocasiones, la endodoncia puede llevarse a cabo en una única sesión. En algunas ocasiones, en función de las características del paciente, las dificultades técnicas, la experiencia del profesional y otras variables diferentes, puede ser preciso realizar más de una sesión, siempre según el juicio del odontólogo.
La utilización de anestésicos consigue que el tratamiento de la endodoncia sea indoloro. Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo al masticar debido a la inflamación que la intervención ha provocado en los tejidos del entorno del diente. Para estos supuestos el odontólogo prescribirá la medicación adecuada.
En la Clínica Dental Caldes de Montbui nuestra prioridad es intentar conservar la dentición natural. En los casos en que esto no sea posible, la solución será la extracción de la pieza dental y su sustitución. Pero hay que considerar que ninguna modalidad que sustituya al diente natural -incluidos los implantes- puede integrarse en la cavidad oral como lo hace el diente natural, ni en estética ni en la percepción sensorial.